Después de unos meses de descanso (por decirlo de alguna forma) vuelvo al blog con energías renovadas.
Ya se está acabando el verano por esta parte del mundo y todos estamos pensando en el nuevo curso. Tengo muchas cositas preparadas para esta nueva etapa, pero antes quería hacer un repaso de los sitios nuevos de Portugal que hemos visitados estas vacaciones. Ya había estado antes en Portugal, pero solo conocía la zona que está más pegada a Galicia.
Empezamos nuestro viaje en Évora, que es un pueblecito con mucho encanto y gente super amable. Nos alojamos en un pequeño hotel llamado Albergaria do Calvário, que os recomiendo mucho si vais por allí porque, a parte de ser precioso y acogedor, nos trataron estupendamente.
Évora a pesar de ser un pueblo pequeño tiene mucho que visitar: las ruinas del templo romano, la capela dos ossos, los menhires megaliticos… Además el centro histórico está lleno de tiendas bonitas con artesanía de la zona.
A la salida del pueblo visitamos los bosques de alcornocales que estaban en plena temporada de la saca del corcho, realmente es precioso ver los árboles desnudos y todo el entorno que los rodea.
Ya en Lisboa nos quedamos sobre todo por el centro. Cerca de nuestro hotel había un sitio donde ibamos a desayunar todos los días que tiene los mejores pastéis de nata de la ciudad, incluso mejores que los de Belem. Se llama Nata Lisboa ¡Si vais no os lo perdáis!
Dimos muchos paseos por la Plaza del Comercio, nos montamos en los antiguos tranvías típicos y visitamos las zona de Belem y el barrio alto.
También visitamos el Mercado da Ribeira, que me recordó un poco al de San Miguel en Madrid aunque más grande y mucho mejor montado para mi gusto. En este mercado hay zonas para la venta tradicional y la nave central se ha modernizado con todo tipo de puestos gourmet y tiendas con una amplia zona común a todas ellas para sentarse tranquilamente.
Por último os recomiendo una tienda que me enamoró y que ya llevaba fichada desde casa. Se llama «A vida Portuguesa» y es una tienda de productos portugueses de toda la vida seleccionados con un gusto exquisito. Tienen varias tiendas por todo el pais (además de online) y puede resultar un poco cara pero encontraréis souvenirs muy chulos.
Nuestros últimos días en Portugal los queríamos pasar en la playa. Al salir de Lisboa nos acercamos un rato a Sintra para visitar A quita da regaleira, pero tenemos que volver porque con un rato no llega para nada. Es un lugar como de cuento, con muchísimas cosas que visitar y muchos caminos por los que perderse andando.
A quinta de Regaleira es un sitio místico, un palacio construido a principios del siglo XX por el noble portugués Antonio Carvalho Monteiro. Con unos jardines llenos de simbolísmo y belleza. Visita obligada.
Después estuvimos unos días de relax total en un pueblecito llamado Figueira da Foz. Esos días hacía demasiado frio par mi gusto pero dimos buenos paseos por la playa y probamos un restaurante encantador llamado Volta e Meia.
Nos quedan aun muchos sitios de Portugal por explorar así que os mantendré informados ;)