¡La vuelta a la rutina ha sido muy dura! Tanto que llevo un mes remoloneando para escribir esta entrada (y las que vendrán). Este verano no esperábamos que fuera tan ajetreado como al final ha sido. Aunque habíamos planificado una semana en la playa al final pasamos nuestras «no vacaciones» en Nueva York.
Me encanta ir allí (podéis buscar otras entradas del blog) así que cuando nos propusieron ir unos días en Agosto para participar en la segunda edición de la Etsy Open Call en Brooklyn no pude decir que no.
Unos días antes nos fuimos a Tarifa (en el sur de España) a descansar. Tuvimos nuestra primera experiencia Airbnb (¡esperamos repetir!) y nos hizo unos días de levante horrible pero gracias a eso tuvimos la playa casi para nosotros solos.
Si no conocéis Tarifa os diré que es un paraíso natural, capital del Kitesurf y que merece la pena visitar casi en cualquier época del año. Yo además tengo familia muy cerquita, así que siempre aprovecho para ir a verles.
De vuelta a Madrid solo tuvimos tiempo de preparar lo que nos faltaba para el evento y salir pitando hacía el aeropuerto. Este año era el segundo que se celebraba el evento Etsy Open Call y consiste en que algunas tiendas seleccionadas del portal de Etsy Wholesale presenten sus productos a grandes distribuidores de Estados Unidos. Los artesanos que resulten ganadores como premio tendrán la oportunidad de vender sus productos en las tiendas seleccionadas para la temporada de Navidad. Esta era una oportunidad que no podíamos desaprovechar.
Todo esto unido a que por primera vez íbamos a mostrar nuestra primera colección de objetos de menaje hacía que el viaje fuera muy especial.
Aunque la estancia en Nueva York iba a ser breve y la mayoría de los días estábamos ocupados en las oficinas de Etsy aprovechamos para conocer la zona de Brooklyn, que en viajes anteriores apenas habíamos visitado.
Nada más llegar nos dimos un paseo hasta el muelle para ver la puesta de sol junto al skyline de Manhattan que es espectacular.
Los días que teníamos antes del evento los aprovechamos para visitar las tiendas de los distribuidores con los que nos íbamos a reunir días después en Etsy, visitar algunos museos y dar largos paseos.
También nos invitaron a visitar la feria de mayoristas NY Now que se celebraba esos días en Manhattan. Fue una oportunidad única para ver de primera mano como funcionan este tipo de ferias en Estados Unidos. El recinto donde se celebraba es enorme y aunque tenía muchas secciones que me interesaba visitar salí de allí algo mareada.
Las temperaturas del verano en NY son muy altas y con la humedad que había ¡pillé un catarro de aupa! Os recomiendo que si vais a NY llevéis un pequeño botiquín con antigripales y demás medicamentos porque lo que puedes comprar en sus farmacias apenas hace nada (para comprar medicamentos «de verdad» se necesita receta médica). Cuanto más empeoraba mi catarro más nerviosa me ponía de cara al evento de Etsy. El resto os lo contaré en otra entrada…
